Desde la oficina podemos contribuir en el cuidado del medio ambiente sin que esto nos implique un esfuerzo considerable. Además de ahorrar en electricidad o reciclar tecnología en desuso, también es posible lograrlo administrando el uso del papel.
Esto traerá consigo, no solo un beneficio ecológico al mundo en el que vivimos –ya que fabricar el papel necesita de muchos recursos, sobre todo celulosa que se extrae de los árboles y agua, y tarda tiempo en degradar- sino que además, estará acompañado de ahorro económico para la empresa –en la compra de las resmas y en las impresoras y sus repuestos-.
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